
Todo adulto ha sido construido a partir
de un niño. En esa construcción vamos ganando y olvidando grandes
tesoros. El lenguaje del clown nos permite
reencontrarnos con ese niño, su ternura, su emoción, su picardía,
su lógica peculiar, su capacidad creadora, su disponibilidad para
jugar.
Tener al niño dispuesto a relacionarse
con otros nos abre las puertas del goce, la conexión con la emoción
y la alegría de la creación.
EL DESAFÍO
Experimentar en nosotros mismos,
dejando de lado las censuras y autocensuras que coartan nuestra
espontaneidad. Facilitando la complicidad y el vínculo afectivo con
las personas con las que trabajamos día a día. Vivir, acompañar, educar.
SIN JUZGAR - JUGANDO
Para chicos entre 7 y 12 años
Apenas ponemos un pie en la escuela se
polariza la valoración del bien y del mal. Todo, desde los dibujos hasta el
comportamiento tienen una forma correcta de ser y otra incorrecta
desde la visión de los adultos. Hay quienes deciden estar del lado
del bien y quienes deciden resistir esa forma impuesta, justamente
porque esas son las únicas opciones.

El taller de clown es un espacio donde los chicos son invitados a crear sus propias formas, a ser irreverentes con lo establecido y a no tener otro juicio de sus producciones más que el del propio placer y gusto por lo que hacen.
Así se forman grupos cooperativos, con
roles flexibles y cambiantes, involucrados todos en la tarea de
mostrarle al mundo de lo que son capaces.
En el taller se sugieren ejercicios, improvisaciones y juegos que tienen como finalidad desarrollar la espontaneidad desde el estar presente aquí y ahora con una actitud de escucha activa.
No hay nada más
bonito que verlos brillar de cuerpo entero.